Magazine
January 11, 2018

Lo digital no es software, es una forma de pensar (y 2)

En la primera parte de esta serie de dos posts hablamos acerca de cómo las organizaciones que funcionan con una lógica digital se organizaban de forma interna. En esta segunda parte, analizamos cómo las empresas construyen valor apalancándose en redes para conseguir una posición de mercado más resiliente, haciéndose más resistentes al cambio. Por todo ello, vemos como poco a poco las empresas que ‘piensan en digital’ plantan cara a las convencionales. La mayor empresa suministradora de películas y series es digital, Netflix; la tienda más grande del mundo sólo tiene una tienda física y es digital, Amazon; la tienda de música más grande es digital, iTunes, (mañana posiblemente será Spotify); e incluso la empresa de coches más innovadora es digital, Tesla Motors, que está dirigida por un ingeniero informático, Elon Musk, cofundador de Paypal. Visto lo visto, es fácil darse cuenta de que esto no va sólo de unos y ceros, ya que ni las empresas que producen ‘cosas físicas’ tan complejas como puede ser un automóvil se escapan de la era digital. Así que la pregunta es obligada: ¿La empresa que domina tu categoría es digital? Y las dos únicas respuestas posibles son “Sí” o “Todavía no”. Cómo producen valor las empresas en el paradigma digital

Cada vez es más habitual que las empresas apalanquen la construcción de su propuesta de valor mediante la combinación de estas tres estrategias:

Productos construidos para evolucionar

Lo estático no gusta en los contextos digitales, ya que es poco versátil y maleable, exactamente la antítesis de lo dinámico. Para desarrollar productos y servicios de forma rápida y con un bajo coste de oportunidad, las empresas digitales se centran en lo básico. Desarrollar un producto complejo es fácil, lo verdaderamente complicado es hacerlo sencillo (incluso hackeable). Es mejor tener un producto sencillo, pero que satisfaga las necesidades de los usuarios, que uno complejo y sofisticado que no lo haga. De este modo reducimos el tiempo requerido para lanzarlo al mercado, propiciando un testeo rápido para seguir mejorando. De lo contrario se termina invirtiendo mucho tiempo y dinero en desarrollar algo que luego puede que fracase.

If you are not embarrassed by the first version of your product you’ve launched too late. – Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn

Todas las empresas que se consideren digitales saben que no hay certidumbre, por ello agudizan su ingenio constantemente para adaptar rápido sus productos a lo que el mercado exige con metodologías ágiles como el scrum. Esta sana obsesión requiere de una especial dedicación de los recursos de la organización, sabiendo que tener un gran producto hace que otros recursos, como los destinados a comunicación, sean más eficientes.

Crear una plataforma para colaborar con tu comunidad extendida

Lo más probable es que el 99,99% de las personas más talentosas del mundo nunca trabajen en tu organización, por eso si no cuentas con una comunidad que contribuya a tu negocio, resultará cada vez más complicado competir en un contexto digital. Tener una comunidad alineada y vinculada a tu propósito como organización es la mejor forma de incrementar los activos productivos, además de aumentar de forma exponencial la velocidad a la que crece y mejora. Es el caso de Quirky, la versión 2.0 de ‘La Tienda en Casa’, la cual trabaja junto a su comunidad mediante técnicas de crowdsourcing para desarrollar nuevos productos de forma constante.

Pero no es suficiente con disponer de una comunidad, sino que además debes procurarles una plataforma con herramientas para que construyan valor sobre tu negocio. Un ejemplo claro de como un producto de consumo se convirtió (por accidente) en plataforma es el caso de Kinect de Microsoft, un dispositivo lanzado en 2011 que permitía controlar la consola Xbox mediante movimientos corporales. Una vez lanzado al mercado varios usuarios consiguieron hackear el dispositivo, teniendo a su disposición un avanzado sensor de reconocimiento corporal con tantas aplicaciones como la imaginación pueda concebir. En este caso particular, Microsoft optó por facilitar un toolkit de desarrollo gratuito para que desarrolladores de todo el mundo puedan construir aplicaciones para Kinect.

En un mundo interconectado, ser el nodo mejor conectado te hace resiliente a los cambios, ya que de este modo te vuelves indispensable en tu red.

Invertir en el mercado en el que operas

Las empresas digitales tienen una visión estratégica a largo plazo y saben de antemano que conseguirán generar ingresos en la medida que: el mercado en el que operan crezca y sean capaces de aprender rápido para aumentar el valor entregado a los usuarios. Ese es el movimiento estratégico que ha hecho Tesla Motors, que en lugar de competir contra el resto de marcas que producían coches eléctricos, apostó por la creación de un entorno más favorable para los coches sostenibles liberando sus patentes. La idea subyacente detrás de todo esto, además de luchar contra los coches que consumen petróleo, es conseguir que tu tecnología se convierta en el estándar de un sector, lo cual generará futuras oportunidades de monetización.

Se está imponiendo la lógica digital

Ya lo adelantó Chris Anderson, editor de Wired, con una brillante reflexión en la que expone la forma en la que Internet ha cambiado, para siempre, nuestra forma de actuar en el mundo.

The past decade was about finding new collaboration and innovation models on the web. The next decade will be about applying them to the real world. – Chris Anderson, editor de la revista Wired

La transformación digital es el gran reto que deben afrontar la mayor parte de las organizaciones nacidas en el pasado siglo, las cuales deben ‘saltar’ la brecha digital que se abre ante ellas. Particularmente nos gusta la forma en la que Aaron Dignan, CEO de la consultora Undercurrent, sintetizó en una charla cómo las empresas digitales funcionan: son organizaciones que cuentan con un propósito inspirador para su equipo, que crean productos que crecen en plataformas para servir a una comunidad más grande que la propia empresa.

En Territorio creativo entendemos la lógica como una forma de afrontar la incertidumbre de los mercados mediante la articulación de una organización interna ágil y flexible, que se apoya en plataformas que facilitan la interconectividad de las personas, los dispositivos y los datos. Derechos de imagen: Martin Krolikowski. Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la primera parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.  

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En la primera parte de esta serie de dos posts hablamos acerca de cómo las organizaciones que funcionan con una lógica digital se organizaban de forma interna. En esta segunda parte, analizamos cómo las empresas construyen valor apalancándose en redes para conseguir una posición de mercado más resiliente, haciéndose más resistentes al cambio. Por todo ello, vemos como poco a poco las empresas que ‘piensan en digital’ plantan cara a las convencionales. La mayor empresa suministradora de películas y series es digital, Netflix; la tienda más grande del mundo sólo tiene una tienda física y es digital, Amazon; la tienda de música más grande es digital, iTunes, (mañana posiblemente será Spotify); e incluso la empresa de coches más innovadora es digital, Tesla Motors, que está dirigida por un ingeniero informático, Elon Musk, cofundador de Paypal. Visto lo visto, es fácil darse cuenta de que esto no va sólo de unos y ceros, ya que ni las empresas que producen ‘cosas físicas’ tan complejas como puede ser un automóvil se escapan de la era digital. Así que la pregunta es obligada: ¿La empresa que domina tu categoría es digital? Y las dos únicas respuestas posibles son “Sí” o “Todavía no”. Cómo producen valor las empresas en el paradigma digital

Cada vez es más habitual que las empresas apalanquen la construcción de su propuesta de valor mediante la combinación de estas tres estrategias:

Productos construidos para evolucionar

Lo estático no gusta en los contextos digitales, ya que es poco versátil y maleable, exactamente la antítesis de lo dinámico. Para desarrollar productos y servicios de forma rápida y con un bajo coste de oportunidad, las empresas digitales se centran en lo básico. Desarrollar un producto complejo es fácil, lo verdaderamente complicado es hacerlo sencillo (incluso hackeable). Es mejor tener un producto sencillo, pero que satisfaga las necesidades de los usuarios, que uno complejo y sofisticado que no lo haga. De este modo reducimos el tiempo requerido para lanzarlo al mercado, propiciando un testeo rápido para seguir mejorando. De lo contrario se termina invirtiendo mucho tiempo y dinero en desarrollar algo que luego puede que fracase.

If you are not embarrassed by the first version of your product you’ve launched too late. – Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn

Todas las empresas que se consideren digitales saben que no hay certidumbre, por ello agudizan su ingenio constantemente para adaptar rápido sus productos a lo que el mercado exige con metodologías ágiles como el scrum. Esta sana obsesión requiere de una especial dedicación de los recursos de la organización, sabiendo que tener un gran producto hace que otros recursos, como los destinados a comunicación, sean más eficientes.

Crear una plataforma para colaborar con tu comunidad extendida

Lo más probable es que el 99,99% de las personas más talentosas del mundo nunca trabajen en tu organización, por eso si no cuentas con una comunidad que contribuya a tu negocio, resultará cada vez más complicado competir en un contexto digital. Tener una comunidad alineada y vinculada a tu propósito como organización es la mejor forma de incrementar los activos productivos, además de aumentar de forma exponencial la velocidad a la que crece y mejora. Es el caso de Quirky, la versión 2.0 de ‘La Tienda en Casa’, la cual trabaja junto a su comunidad mediante técnicas de crowdsourcing para desarrollar nuevos productos de forma constante.

Pero no es suficiente con disponer de una comunidad, sino que además debes procurarles una plataforma con herramientas para que construyan valor sobre tu negocio. Un ejemplo claro de como un producto de consumo se convirtió (por accidente) en plataforma es el caso de Kinect de Microsoft, un dispositivo lanzado en 2011 que permitía controlar la consola Xbox mediante movimientos corporales. Una vez lanzado al mercado varios usuarios consiguieron hackear el dispositivo, teniendo a su disposición un avanzado sensor de reconocimiento corporal con tantas aplicaciones como la imaginación pueda concebir. En este caso particular, Microsoft optó por facilitar un toolkit de desarrollo gratuito para que desarrolladores de todo el mundo puedan construir aplicaciones para Kinect.

En un mundo interconectado, ser el nodo mejor conectado te hace resiliente a los cambios, ya que de este modo te vuelves indispensable en tu red.

Invertir en el mercado en el que operas

Las empresas digitales tienen una visión estratégica a largo plazo y saben de antemano que conseguirán generar ingresos en la medida que: el mercado en el que operan crezca y sean capaces de aprender rápido para aumentar el valor entregado a los usuarios. Ese es el movimiento estratégico que ha hecho Tesla Motors, que en lugar de competir contra el resto de marcas que producían coches eléctricos, apostó por la creación de un entorno más favorable para los coches sostenibles liberando sus patentes. La idea subyacente detrás de todo esto, además de luchar contra los coches que consumen petróleo, es conseguir que tu tecnología se convierta en el estándar de un sector, lo cual generará futuras oportunidades de monetización.

Se está imponiendo la lógica digital

Ya lo adelantó Chris Anderson, editor de Wired, con una brillante reflexión en la que expone la forma en la que Internet ha cambiado, para siempre, nuestra forma de actuar en el mundo.

The past decade was about finding new collaboration and innovation models on the web. The next decade will be about applying them to the real world. – Chris Anderson, editor de la revista Wired

La transformación digital es el gran reto que deben afrontar la mayor parte de las organizaciones nacidas en el pasado siglo, las cuales deben ‘saltar’ la brecha digital que se abre ante ellas. Particularmente nos gusta la forma en la que Aaron Dignan, CEO de la consultora Undercurrent, sintetizó en una charla cómo las empresas digitales funcionan: son organizaciones que cuentan con un propósito inspirador para su equipo, que crean productos que crecen en plataformas para servir a una comunidad más grande que la propia empresa.

En Territorio creativo entendemos la lógica como una forma de afrontar la incertidumbre de los mercados mediante la articulación de una organización interna ágil y flexible, que se apoya en plataformas que facilitan la interconectividad de las personas, los dispositivos y los datos. Derechos de imagen: Martin Krolikowski. Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la primera parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.  

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February 25, 2015
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En la primera parte de esta serie de dos posts hablamos acerca de cómo las organizaciones que funcionan con una lógica digital se organizaban de forma interna. En esta segunda parte, analizamos cómo las empresas construyen valor apalancándose en redes para conseguir una posición de mercado más resiliente, haciéndose más resistentes al cambio. Por todo ello, vemos como poco a poco las empresas que ‘piensan en digital’ plantan cara a las convencionales. La mayor empresa suministradora de películas y series es digital, Netflix; la tienda más grande del mundo sólo tiene una tienda física y es digital, Amazon; la tienda de música más grande es digital, iTunes, (mañana posiblemente será Spotify); e incluso la empresa de coches más innovadora es digital, Tesla Motors, que está dirigida por un ingeniero informático, Elon Musk, cofundador de Paypal. Visto lo visto, es fácil darse cuenta de que esto no va sólo de unos y ceros, ya que ni las empresas que producen ‘cosas físicas’ tan complejas como puede ser un automóvil se escapan de la era digital. Así que la pregunta es obligada: ¿La empresa que domina tu categoría es digital? Y las dos únicas respuestas posibles son “Sí” o “Todavía no”. Cómo producen valor las empresas en el paradigma digital

Cada vez es más habitual que las empresas apalanquen la construcción de su propuesta de valor mediante la combinación de estas tres estrategias:

Productos construidos para evolucionar

Lo estático no gusta en los contextos digitales, ya que es poco versátil y maleable, exactamente la antítesis de lo dinámico. Para desarrollar productos y servicios de forma rápida y con un bajo coste de oportunidad, las empresas digitales se centran en lo básico. Desarrollar un producto complejo es fácil, lo verdaderamente complicado es hacerlo sencillo (incluso hackeable). Es mejor tener un producto sencillo, pero que satisfaga las necesidades de los usuarios, que uno complejo y sofisticado que no lo haga. De este modo reducimos el tiempo requerido para lanzarlo al mercado, propiciando un testeo rápido para seguir mejorando. De lo contrario se termina invirtiendo mucho tiempo y dinero en desarrollar algo que luego puede que fracase.

If you are not embarrassed by the first version of your product you’ve launched too late. – Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn

Todas las empresas que se consideren digitales saben que no hay certidumbre, por ello agudizan su ingenio constantemente para adaptar rápido sus productos a lo que el mercado exige con metodologías ágiles como el scrum. Esta sana obsesión requiere de una especial dedicación de los recursos de la organización, sabiendo que tener un gran producto hace que otros recursos, como los destinados a comunicación, sean más eficientes.

Crear una plataforma para colaborar con tu comunidad extendida

Lo más probable es que el 99,99% de las personas más talentosas del mundo nunca trabajen en tu organización, por eso si no cuentas con una comunidad que contribuya a tu negocio, resultará cada vez más complicado competir en un contexto digital. Tener una comunidad alineada y vinculada a tu propósito como organización es la mejor forma de incrementar los activos productivos, además de aumentar de forma exponencial la velocidad a la que crece y mejora. Es el caso de Quirky, la versión 2.0 de ‘La Tienda en Casa’, la cual trabaja junto a su comunidad mediante técnicas de crowdsourcing para desarrollar nuevos productos de forma constante.

Pero no es suficiente con disponer de una comunidad, sino que además debes procurarles una plataforma con herramientas para que construyan valor sobre tu negocio. Un ejemplo claro de como un producto de consumo se convirtió (por accidente) en plataforma es el caso de Kinect de Microsoft, un dispositivo lanzado en 2011 que permitía controlar la consola Xbox mediante movimientos corporales. Una vez lanzado al mercado varios usuarios consiguieron hackear el dispositivo, teniendo a su disposición un avanzado sensor de reconocimiento corporal con tantas aplicaciones como la imaginación pueda concebir. En este caso particular, Microsoft optó por facilitar un toolkit de desarrollo gratuito para que desarrolladores de todo el mundo puedan construir aplicaciones para Kinect.

En un mundo interconectado, ser el nodo mejor conectado te hace resiliente a los cambios, ya que de este modo te vuelves indispensable en tu red.

Invertir en el mercado en el que operas

Las empresas digitales tienen una visión estratégica a largo plazo y saben de antemano que conseguirán generar ingresos en la medida que: el mercado en el que operan crezca y sean capaces de aprender rápido para aumentar el valor entregado a los usuarios. Ese es el movimiento estratégico que ha hecho Tesla Motors, que en lugar de competir contra el resto de marcas que producían coches eléctricos, apostó por la creación de un entorno más favorable para los coches sostenibles liberando sus patentes. La idea subyacente detrás de todo esto, además de luchar contra los coches que consumen petróleo, es conseguir que tu tecnología se convierta en el estándar de un sector, lo cual generará futuras oportunidades de monetización.

Se está imponiendo la lógica digital

Ya lo adelantó Chris Anderson, editor de Wired, con una brillante reflexión en la que expone la forma en la que Internet ha cambiado, para siempre, nuestra forma de actuar en el mundo.

The past decade was about finding new collaboration and innovation models on the web. The next decade will be about applying them to the real world. – Chris Anderson, editor de la revista Wired

La transformación digital es el gran reto que deben afrontar la mayor parte de las organizaciones nacidas en el pasado siglo, las cuales deben ‘saltar’ la brecha digital que se abre ante ellas. Particularmente nos gusta la forma en la que Aaron Dignan, CEO de la consultora Undercurrent, sintetizó en una charla cómo las empresas digitales funcionan: son organizaciones que cuentan con un propósito inspirador para su equipo, que crean productos que crecen en plataformas para servir a una comunidad más grande que la propia empresa.

En Territorio creativo entendemos la lógica como una forma de afrontar la incertidumbre de los mercados mediante la articulación de una organización interna ágil y flexible, que se apoya en plataformas que facilitan la interconectividad de las personas, los dispositivos y los datos. Derechos de imagen: Martin Krolikowski. Texto publicado originalmente en Territorio Creativo. Lee la primera parte del artículo aquí

Artículo escrito por José García

José García Vidal

Jose García trabaja en la agencia-consultora de social business Territorio creativo. Especializado en marketing digital, dedica parte de su tiempo a entender los modelos de negocio abiertos y colaborativos. Piensa que el mundo es de los que se anticipan al cambio. Autodidacta y con los ojos bien abiertos. Síguelo en Twitter.  

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February 25, 2015
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